"El alma de una poetisa es bien similar al alma de una mujer, porque la poesía sabe ser delicada, atenta, curiosa, maternal y cruel. Pero no debemos confundirla con palabras suaves, con odas dulces, con melodramas, con flores. La poesía es una bruja que toma nuestros sentidos con una sola mano, en un suspiro; es un huracán chiquito, que empieza a soplar en un vaso de agua, y revuelve las cortinas, la ropa tendida, el fuego de las velas, oscureciendo un salón intermitentemente, haciendo sombras, haciendo reflejos deformes y misteriosos en los espejos. Al final de un poema, el clima cambió muchas veces, las respiraciones se agitaron o adormecieron, una selva cayó en un desierto y el desierto en el mar. Y luego todo es calma, todo es descanso y todo es vida. ¿Escuchar y ver poesía? Es un paseo a un lugar al que tal vez fuimos invitados. Sólo tal vez. Tove’s tango es una experiencia intensa, bella y temeraria. Un regalo extraño, en tránsito, que cruza fronteras sigilosamente. Tove es poesía, cuerpo, universo, voz, inteligencia. La dejaremos asustarnos, conmovernos, sorprendernos. Deleitarnos. Y luego, la dejaremos ir. Porque el alma de una mujer, como el alma del tango, le pertenece al viento."
Laura Garaglia, Buenos Aires, octubre de 2011.